Nada más que silencio
Una vez que hubo terminado y expresado todo lo que consideraba necesario, dirigió su mirada hacia sus padres y hermano. Sus ojos se abrieron de par en par en incredulidad, se quedaron fijos en él sin pronunciar una sola palabra. El silencio los envolvió por un breve lapso antes de que alguno de ellos rompiera la quietud. Finalmente, fue Bryan quien reunió el coraje para ser el primero en hablar.
Bryan fue el primero en hablar
“De acuerdo, confío en ti”, confesó a su hermano. Instantáneamente, la mirada de Thomas se suavizó y suspiró aliviado. Bryan tomó suavemente la mano de su hermano, mirándolo a los ojos y ofreciéndole una sonrisa reconfortante. Se hizo una promesa silenciosa de no revelar nunca la verdad, de que acababa de decir una mentira para protegerlo.