El Descubrimiento
En un pequeño pueblo al sur de India, vivía Isabella, de ojos brillantes y risa contagiosa. Desde muy temprana edad, Isabella mostró signos de un don extraordinario: la capacidad de ver el futuro. Sus padres, inicialmente incrédulos, pronto se dieron cuenta de la verdad detrás de las asombrosas predicciones de su hija.
Isabella experimentó su primer vistazo al futuro cuando, jugando en el jardín, predijo con precisión que un pájaro colorido aterrizaría en el comedero. Sus padres observaron con asombro mientras el evento se desarrollaba exactamente como Isabella lo había descrito. A partir de ese día, la pequeña Isabella se convirtió en el centro de atención en su pequeño pueblo, donde la noticia de su don se extendió como un reguero de pólvora.
La Curiosidad de la Comunidad
La noticia sobre Isabella llegó a oídos de la comunidad, y pronto la pequeña vidente se encontró rodeada de vecinos curiosos. La gente venía de todas partes para presenciar sus predicciones, desde eventos cotidianos hasta cuestiones más importantes. Isabella, aunque inicialmente abrumada por la atención, se adaptó rápidamente a su nuevo papel como oráculo del pueblo.
En una ocasión, la comunidad enfrentó una sequía que amenazaba las cosechas. Isabella, con su don único, predijo una lluvia reparadora que traería alivio a los agricultores preocupados. Su predicción se cumplió, y a partir de ese momento, la comunidad comenzó a depender de las visiones de Isabella para enfrentar desafíos y tomar decisiones importantes.